13 locuras que regalarte

0 comentarios
- "Hacía tiempo que Autumm había llegado a la conclusión de que la información, por dolorosa que fuese, siempre era mejor que la incertidumbre y las dudas. La información se podía masticar y digerir, se podía entender y asimilar. La incertidumbre siempre seguía siendo eso, desasosiego; no cambiaba de forma ni de color, tan solo se volvía más grande".

- "Durante esos días fueron luciérnagas temblando en el cielo nocturno. Respuestas susurradas. Verano, luz, cielos azules. Kilómetros bajo el sol de la mañana y silencios rotos por miradas llenas de palabras. Piel con piel, poesía para el corazón. Vértigo. Pero, sobre todo, fueron besos, muchos besos, besos rápidos, besos con los ojos cerrados, besos durante la noche, besos con sabor a sal, besos en mitad de una sonrisa...".

- "El amor no nos deja decidir. Qué fácil sería si pudiésemos hacerlo; entonces, no habría llorado durante años por un hombre que me abandonó por otra persona. Y lo hice. Por aquel entonces y antes de morir, mi madre me dijo una vez algo que me marcó: el amor es como tropezarse con una semilla desconocida. Algunas ni siquiera llegan a germinar por mucho abono que le tires, por mucho que las riegues y las cuides; pero otras, las que sí lo hacen y brotan, lo hacen cada una a su ritmo. La magia del amor es que no sabes de qué color serán sus flores, y quizá quieras que salgan rojas, pero acaben siendo blancas; tampoco puedes adivinar si ese tallo que ahora es pequeño terminará lleno de espinas afiladas o, si un día, de repente, se marchitará".

"Y ahí estaban, desnudándose con ropa, desnudándose de otra forma más visceral y dolorosa que el acto de quitarse una prenda y después otra, porque desabrochar los botones del alma era abrir el corazón y dejarse ver con todas las debilidades, miedos y cicatrices".

"Si era cierto que la vida estaba hecha de pequeños momentos, ella se quedaba con todos esos, con los más insignificantes, aunque también los más reales, con los que no estaban planificados antes de disparar el clic de una cámara de fotografías, los espontáneos. Por que, cuando echaba la vista hacía atrás...no recordaba escenas memorables ni frases grandilocuentes de esas tan perfectas que parecen formar parte del guión de una película".

"Autumn llegó entonces a la conclusión de que ella era como una moneda. Las monedas son bonitas y todo el mundo quiere tener muchas en el bolsillo, pero pasan constantemente de una mano a otra. Las monedas no son de nadie y son de todos, se intercambian y su valor es muy relativo...pero otras, como las de un centavo, son tan poco importantes que algunas personas ni siquiera se molestan en agacharse para recogerlas si se encuentran con una en la calle".

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

La batería de libros Copyright © 2010 Designed by Ipietoon Blogger Template Sponsored by Online Shop Vector by Artshare